Cuando se les diagnostica diabetes tipo 1 por primera vez, muchas personas se preguntan cómo afectará a sus vidas de forma inmediata y en el futuro. Conocer la diabetes y las repercusiones en los niveles de glucosa de actividades como comer, hacer ejercicio, las enfermedades leves habituales y la vida cotidiana, es una parte importante del control de la glucemia.
Después de comer, los alimentos se degradan para formar glucosa, que es necesaria para aportar al cuerpo la energía imprescindible para las actividades cotidianas. El cuerpo necesita también insulina para trasladar la glucosa del torrente sanguíneo a las células y, normalmente, es el páncreas el encargado de producirla.
Cuando el páncreas no produce insulina, la glucosa permanece en el torrente sanguíneo, dejando a las células sin energía. El nivel alto de glucosa en la sangre provoca los signos y síntomas más agudos de la diabetes. Para tratar la diabetes es importante tener en cuenta muchos factores, como la monitorización de la glucosa en sangre, la ingesta de carbohidratos, la actividad física y las necesidades de insulina para garantizar un buen control de la glucosa en sangre y reducir el riesgo de complicaciones.
Si se conocen las necesidades del organismo y se aprende a mantener la glucosa en sangre dentro de los niveles recomendados se puede controlar eficazmente la diabetes.
Después de haberles diagnosticado diabetes tipo 1, muchas personas siguen llevando una vida feliz y saludable y realizan actividades normales. Al saber cómo controlar los niveles de glucosa en sangre, se puede seguir disfrutando plenamente de actividades como comer fuera, dormir más los fines de semana, practicar deporte y viajar al extranjero o irse de vacaciones.
"Cuando me diagnosticaron, me costaba mucho motivarme para controlar los niveles de glucosa y no me tomaba la diabetes en serio."
- DOMINIKA